viernes, 18 de enero de 2008

Ana María Balparda escribe al Semanario Búsqueda

Tema : CARLOS GARDEL

22 de Noviembre de 2007

Señor Director:

Hace ya tiempo que hubiera querido deslizar una idea mía a los eruditos en la genealogía, historia, leyendas y en última instancia, vida pública y oculta, del querido personaje que es para los rioplatenses Carlos Gardel.
No lo hice porque no soy especialista en su transcurso vital, no he estudiado sus orígenes, ni sus declaraciones, ni sus documentos o testamentos.
Simplemente lo oigo desde antes de tener conciencia, era el fondo constante en casa de mis abuelos y bisabuelos cuando viví en ellas y en la mía luego. Personaje entrañable, artista admirado a quien creí tan uruguayo como la Conaprole y la Onda.

Al crecer me enteré de que ese icono siempre presente en lo cotidiano, era considerado como uruguayo por algunos y como francés por otros.
Reitero que no puedo opinar examinando documentos o testimonios, como tantos soy sólo una oyente y admiradora.
Pero algo puedo aportar ¿Sería uruguayo? No lo sé.
Igualmente su triunfo y la base de su carrera, el éxito total lo logró en Argentina, como tantos uruguayos.

Entiendo que los de allende del plata lo reclamen como propio, allí triunfó y fue ídolo como lo fue en esta mucho más pequeña y modesta plaza de Montevideo.
Pero sugiero a los que aseguran que es francés, que escuchen las dos grabaciones que hizo en idioma francés.
Después de oírlas, llegarán a la conclusión de que Gardel era turco, neoyorquino, afgano, alemán, checoslovaco o cubano.
Solamente una cosa no podía ser: nacido en un país francófono o criado por una madre que le hablara en francés.

Porque ese ser de oído privilegiado, de gusto exquisito, que nos hizo escuchar lo que quiso en español y dio belleza a cualquier letra (buena, excelente, mediocre o cursi) que tenía una afinación perfecta y un gusto incomparable… es realmente horroroso cantando en francés.
Si hubiera vivido en Francia, como quieren los argentinos, si hubiera tenido una “madre” francesa como opinan los hinchas de Toulouse, pronunciaría bien las canciones en francés. Las pruebas están, no en la maleta sino en las grabaciones, que por cierto casi nunca se oyen. Repito, no sé dónde nació, sé que triunfó en la Argentina y que nosotros tuvimos la gran suerte de compartirlo y admirarlo.

Y también sé, por razonamiento, que no es francés, que no escuchó hablar francés jamás en su vida y menos de niño, cuando las cosas se fijan.
Escuchen los especialistas esas lamentables grabaciones galas y después, si pueden, sostengan que nació en Toulouse.
Y por cierto que no digo que naciera en Tacuarembó. No me consta, pero si me consta su desconocimiento total del idioma francés, al que asesina sin piedad.